CONECTAR CON NUESTRO VERDADERO SER: MÁS ALLÁ DEL EGO

En un mundo donde el éxito a menudo se mide por logros externos y validación superficial, es fácil perder de vista quiénes somos realmente. El ego —esa voz interna que busca reconocimiento, poder y aprobación— tiende a dominar nuestras decisiones, alejándonos de nuestro verdadero ser. Pero más allá de ese ruido, en lo profundo de cada uno de nosotros, existe una esencia pura y auténtica que trasciende el ego. Conectar con este verdadero ser nos permite vivir de manera más plena, con propósito y en paz. Este artículo explora el camino hacia la autenticidad y cómo podemos dejar de lado el ego para escuchar la voz de nuestro ser interior.

BLOG DE ANDRES ACOSTTA

Andres Acostta

10/6/20246 min leer

CONECTAR CON NUESTRO VERDADERO SER

MÁS ALLÁ DEL EGO

El Ego: Una Máscara que Nos Aleja de Nuestra Esencia

La palabra "ego" se deriva del concepto griego "yo", el cual puede ser caracterizado como la suma total de las funciones psíquicas que definen la relación que un ser humano tiene consigo mismo y con el mundo. Es la estructura mental que organiza nuestros pensamientos, emociones y percepciones. Sin embargo, este "yo" psíquico no es la totalidad de lo que somos; es una construcción que se basa en las experiencias, creencias y condicionamientos de nuestra vida. El ego busca protegernos y darnos una identidad, pero a menudo lo hace de una manera que nos desconecta de nuestra verdadera esencia.

El problema con el ego es que solemos identificarnos tanto con nuestros pensamientos que caemos en la trampa de creer que somos nuestros pensamientos. Permitimos que esos pensamientos se apoderen de nosotros, oscureciendo nuestra verdadera naturaleza. El ego se alimenta de comparaciones, de logros y de la necesidad constante de validación externa. Nos impulsa a buscar la aprobación de los demás, a competir, a demostrar nuestro valor a través de lo que hacemos, y en este proceso, perdemos de vista nuestra esencia.

Sin embargo, nuestra verdadera esencia no se encuentra en el ego ni en los pensamientos que lo alimentan. Nuestra verdadera esencia es existencia y conciencia pura. Es una realidad más elevada que el pensamiento mismo, más allá de las categorías conceptuales que la mente puede imaginar.

Cuando entendemos que la verdadera fuente de nuestro ser está en un nivel más allá del pensamiento, nos damos cuenta de que todos los demás atributos de nuestra personalidad —nuestros gustos, creencias y miedos— no constituyen nuestro "yo" verdadero. Son capas superficiales que hemos acumulado a lo largo de la vida, pero no son la esencia de lo que somos.

El Momento Presente: La Puerta a Nuestro Verdadero Ser

Una de las mejores maneras de conectar con nuestro verdadero ser es estar plenamente presentes en el momento, dejando a un lado los pensamientos y sin identificarnos con ellos. El ego habita en el pasado y el futuro: se nutre de arrepentimientos, de recuerdos que ya no existen, y de expectativas o temores sobre lo que podría suceder. El momento presente, sin embargo, es donde reside nuestra auténtica esencia, libre de las distracciones y distorsiones del ego.

Cuando estamos presentes, observamos nuestros pensamientos sin identificarnos con ellos. Vemos los patrones mentales que nos limitan, pero no les damos poder sobre nosotros. Al practicar la presencia plena, creamos un espacio en nuestra conciencia donde el ego pierde fuerza, y nuestra verdadera esencia, la que es eterna y más allá del pensamiento, emerge con claridad.

Este estado de presencia nos invita a habitar cada momento con una conciencia más profunda y a experimentar la vida tal como es, sin filtros ni interpretaciones distorsionadas por el ego. Es en el presente donde podemos soltar las máscaras del ego y sentir la libertad de ser simplemente nosotros mismos, en nuestra forma más auténtica.

La Fuente de Nuestro Verdadero Ser: Más Allá del Pensamiento

El verdadero ser que habita en lo más profundo de nosotros está más allá de cualquier concepto que podamos imaginar. Es por eso que es imposible visualizar o conceptualizar completamente nuestra auténtica esencia. No existe en nuestra mente una categoría conceptual que pueda abarcar esta fuente inefable de nuestro ser. No es algo que podamos describir en palabras o captar a través de la lógica o el pensamiento racional. Simplemente es. Este "yo" auténtico no puede ser reducido a los pensamientos que cruzan nuestra mente, ni a las emociones que sentimos, ni siquiera a las acciones que realizamos.

Cuando comenzamos a entender que la verdadera fuente de nuestro ser está en un nivel más allá del pensamiento, nos damos cuenta de que todos los demás atributos de nuestra personalidad —nuestros gustos, aversiones, creencias y miedos— no son más que expresiones pasajeras de la mente. No constituyen nuestro "yo" verdadero. Son capas superficiales que hemos acumulado a lo largo de la vida, pero no son la esencia de lo que somos.

El Ego como un Mecanismo de Supervivencia

Es importante comprender que el ego, en su función básica, no es el "enemigo". El ego es, en muchos sentidos, un mecanismo de supervivencia que nos ayuda a navegar por el mundo físico y social. Nos proporciona una identidad que nos permite interactuar con los demás y funcionar en la vida cotidiana. Pero cuando permitimos que el ego tome el control, perdemos la conexión con nuestra esencia. En lugar de ser una herramienta útil, el ego se convierte en una máscara que distorsiona nuestra percepción de quiénes somos realmente.

El ego teme ser vulnerable, teme ser visto como débil o insuficiente, y por eso crea una imagen que proyectamos al mundo, una imagen que a menudo no refleja nuestra verdad. Nos empuja a perseguir logros externos para llenar un vacío interno que, en realidad, solo puede ser llenado por el reconocimiento de nuestra verdadera esencia.

Conectar con Nuestro Verdadero Ser: El Camino Hacia la Autenticidad

Conectar con nuestro verdadero ser es el proceso de desmantelar las capas de condicionamientos, pensamientos y creencias que el ego ha construido a lo largo de los años. Es un viaje hacia el interior que requiere valentía, paciencia y compromiso. No se trata de eliminar el ego por completo, sino de trascenderlo y usarlo como una herramienta, en lugar de permitir que nos domine.

1. Práctica de la Conciencia Plena (Mindfulness)

El mindfulness nos ayuda a observar nuestros pensamientos y emociones sin identificarnos con ellos. Nos permite ver el ego en acción, reconociendo cuándo está interfiriendo con nuestra percepción y alejándonos de nuestra esencia. A través de la atención plena, podemos crear espacio entre nuestros pensamientos y nuestra verdadera identidad, permitiendo que la voz de nuestro ser interior emerja con mayor claridad.

2. Meditación para Conectar con la Fuente Interior

La meditación es una de las prácticas más poderosas para conectar con nuestra verdadera esencia. Al sentarnos en silencio, observamos los pensamientos que cruzan nuestra mente sin aferrarnos a ellos. Con el tiempo, este proceso nos permite acceder a esa fuente intangible que reside más allá del pensamiento, donde podemos sentir la presencia de nuestro ser auténtico. Es un estado de ser que no puede ser descrito con palabras, pero que se manifiesta como una profunda paz y sensación de unidad con todo lo que nos rodea.

3. Aceptar la Vulnerabilidad y la Humildad

Uno de los pasos más importantes para trascender el ego es aceptar nuestra vulnerabilidad. El ego teme ser herido, por lo que construye barreras para protegerse. Sin embargo, cuando nos permitimos ser vulnerables, nos estamos abriendo a la posibilidad de conectarnos de manera más profunda y auténtica con nosotros mismos y con los demás. La vulnerabilidad es una muestra de fortaleza, ya que implica dejar de lado la necesidad de control y aceptación externa para ser nosotros mismos, tal como somos.

4. Estar en el Presente

La práctica de estar presente es fundamental para conectar con nuestro verdadero ser. Cuando estamos presentes, sin ser arrastrados por los pensamientos del ego, podemos experimentar la vida en su estado más puro. La vida, tal como es, sin las distorsiones del pasado ni las ansiedades del futuro, es el lugar donde nuestro ser auténtico puede surgir. Practicar la presencia nos permite ver la belleza de cada momento y soltar las ataduras que nos impiden ser plenamente nosotros mismos.

Vivir desde la Esencia: Un Nuevo Camino

Cuando aprendemos a conectar con nuestro verdadero ser y a dejar de identificarnos con el ego, experimentamos una transformación profunda. De repente, nuestras acciones no están motivadas por la necesidad de reconocimiento o éxito externo, sino por un deseo de vivir desde la verdad y la autenticidad. Nos sentimos más libres, más en paz y más conectados con el flujo natural de la vida. Comenzamos a actuar no desde el miedo, sino desde el amor, no desde la escasez, sino desde la abundancia de ser quienes realmente somos.

El ego puede ser útil, pero no es nuestro maestro. La verdadera sabiduría proviene de nuestra esencia, de esa fuente inmutable que existe más allá del pensamiento. Vivir desde esa esencia nos permite navegar por la vida con mayor propósito y claridad, nos libera de las cadenas del ego y nos abre las puertas a una existencia más auténtica y plena.

Abrazar el Ser Auténtico

Conectar con nuestro verdadero ser, más allá del ego, es un proceso continuo de despertar. Es un llamado a mirar hacia adentro, a dejar atrás las ilusiones y las máscaras que el ego ha construido, y a recordar quiénes somos en lo más profundo. Al abrazar nuestra verdadera esencia y estar presentes en el momento, nos liberamos de las limitaciones del ego y descubrimos una vida más rica, más auténtica y más en sintonía con el propósito que yace dentro de cada uno de nosotros.